05 marzo, 2012

El primer día


Mi vida ha mejorado. Una popular revista llamada Chilango me ha contratado como articulista. Las publicaciones en mi blog de Redacción Universitaria los animaron a contactarme. Lo que más me ha llamado la atención es el tema sobre el voy a escribir. La vida nocturna en la Ciudad de México es salvaje y desconcertante. Mi trabajo es asistir a fiestas exclusivas para después escribir en la revista lo que me parece atractivo de estos lugares.



Para mi fortuna el primer lugar donde debo ir es el Catwalk, un antro ubicado en la Condesa. Lo atractivo de este bar es que cuenta con una piscina, además de que esta contiene varios peces grandes.

Antes de salir del departamento de Daniel, este nos dijo que la mayoría de las chicas contestaban que sí a la pregunta ¿te quieres acostar conmigo? Los demás nos burlamos de él. Para nuestra sorpresa Daniel apostó 200 pesos a que alguna le diría que sí. Nosotros, confiados, aceptamos la apuesta.



Llegando al antro, empecé mi trabajo entrevistando al dueño de este lugar. Era un chavo muy alivianado. Al terminar la entrevista me di una vuelta y extrañamente, me encontré a Mildred, tan bonita como siempre, bailando con una de sus amigas. En internet alguna vez leí las técnicas de ligue. En ocasiones, las usaba para algunas chicas y funcionaba, pero sucedía algo raro con Mildred que no podía practicarlas con ella.  Estando en el antro, antes de salir, conocí a una chava muy guapa que nos invitó a seguir la fiesta a su casa.

Ya estando en la casa de esta muchacha, las mujeres comenzaron a jugar algo llamado papelitos. Un extraño e infantil juego donde alguien saca un papel con el nombre de un artista, y con mímica tenían que actuárselos a los demás. Mi amiga y yo nos fuimos a la cocina a platicar. Con el paso del tiempo cada vez nos acercábamos más. Por alguna rara razón, que no recuerdo, ella me dijo que haría lo que yo le pidiera. Mi respuesta fue que me diera un vaso de agua y ella con una cara decepcionada me lo dio. En un momento entró Daniel y empezó a platicar con esta chica. Los perdimos de vista. Yo sabía que habíamos perdido la apuesta y que Daniel otra vez me había bajado a la chava.

Mañana empezaré a hacer mi primer escrito para Chilango. Espero que sea del agrado para todos, aunque lo creo imposible.


Utopía de vida


Hoy llegué a mi casa y como era de esperarse me dieron la regañada de mi vida. Trate de explicar lo que había sucedido pero mis padres no me dieron oportunidad. De repente  mi cabeza se llenó de pensamientos creados por el impulso. Decidí tomar mis cosas y salir de mi casa sin antes cobrar a mi papá algunos pesos que me debía. Ellos con un tono de voz raro, que nunca había escuchado, me dijeron que no volviera hasta que sea una persona completa.
Con todas mis cosas vine al departamento de Daniel. Donde cabremos apretados pero en compañía. Cuando entre y le dije a mi amigo que me quedaría con él, salto del sillón para abrazarme como nadie lo ha hecho. Salió inmediatamente. Cuando regresó venia cargando 2 bolsas y atrás de el Bogdan y Javier Hugo. Con una frase muy característica de él me invitó una cerveza y dijo:
la vida es una fiesta y hay que celebrar.
Yo con mi cabeza revuelta por todo lo que había pasado tome y brinde con ellos. Llegamos a un punto en el cual no había regreso pero el problema era que se había acabado el dinero y el alcohol. Para lo único que nos alcanzaba eran las botellitas de mezcal, eso dicen que es.
Terminamos alcoholizados y no parábamos de reír. Javier Hugo vomitó. Bogdan solo nos veía con la cabeza cabizbaja pero también reía con nosotros. Al filo de las 11 llego Mildred con varias amigas. Yo estaba tan tomado que hablarle y empezar a besarme con ella no fue tan difícil.
Creo que las personas con las que voy a vivir no son buenas, ni malas pero lo que si se, es que con ellos me siento feliz. Para mí la vida no se trata de darles gusto a todos porque esa es la mejor forma de fracasar en todos los sentidos.
Veremos que tal es mi estancia en este loco departamento donde las  aventuras salvajes y atrevidas están a la vuelta del próximo cuarto. Espero que la cruda de mañana no sea tan cruel o que Javier Hugo nos invite una birria de las que prepara su tía en el barrio de tacubaya.
     

04 marzo, 2012

Cambio de habitat

Esta semana no llegué a mi casa. Me he quedado con, Daniel, él es un gran amigo y lo conozco desde la primaria. Vive en la Condesa. Durante esa semana después de salir de la universidad nos íbamos a tomar o hacer cualquier cosa estúpida pero nos entretuviera. En las noches salíamos a los antros que nos rodeaban, desde el más lujoso hasta el austero, para amanecer siempre con otra chava a la de ayer. Daniel tiene una banda de rock y tocan mientras yo estudio.


Estos amigos son algo descomunales: Bogdan, Iván, y Javier Hugo. Son muy buenas personas, además compartimos muchas preferencias como la música que escuchamos, la ropa que vestimos, los lugares que visitamos, hasta el alcohol que tomamos pero casi siempre es cerveza.

Daniel me propuso infinidad de veces que me fuera a vivir con él. Había dos grandes motivos que me hacían reflexionar, por una parte estaba mi familia y la otra era Mildred, una chica hermosa con la cual compartí 2 años de mi vida y que ya había olvidado volvía a mí. Ella vive debajo del departamento de Daniel y yo no quiero volver a verla.

Yo quiero ir a vivir con Daniel pero al pensarlo fríamente hay muchas cosas las cuales tendría que hacer para no ser una carga extra. Ellos no me van a mantener como lo hace mi familia. Tengo que buscar trabajo de medio tiempo para percibir algún apoyo económico además de la beca.

Algo que en verdad me dolería sería dejar el voleibol. No tendría tiempo de entrenar, jugar o practicar. Me tendría que alejar totalmente de la cosa más importante en mi vida. la gente dice que como vamos creciendo los intereses también cambian.

Tendré que platicarlo con mi familia ya que es una decisión muy importante en mi vida. Por esta noche solo me divertiré con mis amigos y Mildred si acaso llega a venir.